Como ingeniera agrónoma desarrolló una carrera en la que, desde la Botánica proyectó
la formación de agrónomos con una fuerte comprensión de la realidad social y
ambiental del sector rural y de la compleja diversidad de sistemas productivos
regionales, con énfasis en el sector del campesinado y los pueblos originarios.
Fue precisamente que, con plena conciencia y preocupación de esta realidad, promovió
cambios paradigmáticos de los planes de estudios de la carrera de Agronomía y también
cimentó la formación de especialistas en desarrollo rural, lo que vino de la mano de la
creación de la Maestría en Desarrollo Rural para Zonas Áridas y Semiáridas del NOA,
carrera que impulsó con esfuerzo y dedicación.
Abrió el camino al pensamiento agroecológico en los profesionales que la
acompañamos. Instaló a la Universidad Nacional de Salta como referente en la defensa
de los bosques nativos en la región, lo que fue cimentado, entre otras acciones, con su
oposición tenaz al cambio de condición de la Reserva Provincial de Pizarro cuando el
establishment político empresarial pretendió retirarle su status de área protegida.
En el IBIGEO, la recordaremos con cariño y un gran agradecimiento ya que fue durante
su gestión que logramos formalizar el Instituto y comenzar a consolidarlo. Si bien hoy
despedimos a Stella, es claro que hay motivos cotidianos para tenerla siempre con
nosotros.